L.N. Dalila García Cruz
En ésta época primaveral estamos expuestos aún más a altas temperaturas que pueden provocar algunos problemas en nuestra salud.
El excesivo y brusco ascenso de la temperatura ambiente puede sobrepasar la capacidad de adaptación de nuestro organismo. El cuerpo normalmente al sudar se enfría, pero en situaciones de calor y humedad extremo el sudar no es suficiente (el sudor no se evapora con suficiente rapidez, lo que impide que el cuerpo libere el calor rápidamente), la temperatura corporal se eleva rápidamente, los mecanismos de autorregulación fallan y el cuerpo pierde la capacidad de enfriarse, esta situación puede provocar agotamiento por calor y si persiste puede dañar al cerebro u otros órganos vitales: golpe de calor.
Otros factores que incrementan el riesgo son la edad, obesidad, embarazo, deshidratación, enfermedades gatrointestinales, diarreicas, del corazón y mentales, quemaduras solares, consumo de alcohol y uso de algunos medicamentos.
SÍNTOMAS
Entre las señales de alarma o síntomas para reconocer el golpe de calor o insolación podemos destacar:
Fiebre alta (superior a 39°C)
Piel enrojecida, caliente y seca
Pulso rápido y fuerte
Dolor de cabeza palpitante
Mareo
Agitación
Náuseas
Confusión
Pérdida del conocimiento
Sudor copioso
ACCIONES
Lo primero que debemos hacer es acostar a la persona, elevar un poco sus pies y enfriar su cuerpo rápidamente utilizando cualquier método disponible (ventiladores, compresas de agua fría, rociarla con agua o si la persona esta consiente sumergirla en agua). Si la persona esta inconsciente no dar líquido para beber. Consultar con urgencia a un centro de salud u hospital más cercano.
MEDIDAS PREVENTIVAS
1. Beber líquidos en abundancia. No espere a tener sed, de manera general ingiere de 2 a 4 vasos cada hora. No bebas líquidos con cafeína, con grandes cantidades de azúcares o bebidas alcohólicas. Evita las bebidas excesivamente frías. Recuerde que los alimentos, especialmente frutas y verduras también aportan líquidos (ver punto 7). En caso de bebes ofrecer más veces el pecho.2. Reponer sales minerales. La sudoración excesiva hace que el cuerpo pierda sales minerales indispensables.
3. Usar ropa adecuada y protector solar. Preferir ropa ligera y de colores claros. Cuando te expongas directamente a los rayos solares utiliza protector solar 30 minutos antes de la exposición y re aplicar según las indicaciones del envase, también utiliza gafas solares, sombrero, gorra o sombrilla.
4. Planifica las actividades al aire libre. Trata en la medida de lo posible que las actividades al aire libre no sean entre las 11:00 y 15:00 horas ya que en este lapso de tiempo la radiación solar es de mayor intensidad. Igualmente procura no realizar ejercicio extenuante al aire libre durante estas horas. Pero si no es posible evitar estar expuesto al sol y empiezas a tener algunos de los síntomas anteriores, INTERRUMPE inmediatamente tu actividad y trasládate a un lugar fresco donde puedas descansar y rehidratarte.
5. Permanecer en lugares cerrados y frescos. Debes procurar permanecer dentro de habitaciones frescas y de ser posible con aire acondicionado; pero si esto no es posible puedes asistir a lugares con aire acondicionado ya que unas horas en clima fresco ayuda al cuerpo a mantener su temperatura. Cubre ventanas con persianas, cortinas o incluso periódico esto le ayudará a reducir hasta un 80% el calor en el interior de la casa. Otra forma de mantenerse frescos es duchándose varias veces al día con agua fría.
6. Extremar precauciones con los más susceptibles.
• Los bebés y los niños de hasta cuatro años de edad son sensibles a los efectos de las altas temperaturas y necesitan que otros les regulen el ambiente y suministren suficientes líquidos.
• Las personas de 65 años de edad en adelante no pueden compensar el estrés por calor de manera eficaz y puede que sientan menos los cambios de temperatura y no reaccionen.
• Las personas con sobrepeso sean propensas a enfermarse por calor debido a su tendencia a retener más calor corporal.
• Las personas que se ejercitan o trabajan al aire libre demasiado pueden deshidratarse y ser susceptibles a enfermarse por calor.
• El calor extremo puede afectar a las personas que tienen una enfermedad física, especialmente una afección cardíaca o hipertensión arterial, o las que toman ciertos medicamentos, tales como antidepresivos o medicinas contra el insomnio, o tienen problemas de circulación.
7. Alimentación. La alimentación debe contener alimentos como frutas y verduras ya que por si solos nos proporcionan líquidos. Entre los alimentos más recomendables para esta temporada están: fresa, manzana, sandía, limón, durazno, guayaba, mamey, mango, melón, naranja, papaya, kiwi, jitomate, rábano, betabel, acelga, brócoli, calabaza, chícharo, col, ejote, espinaca, lechuga, nopal, pepino, tomate, zanahoria. Debemos optar por preparaciones frescas como ensaladas o caldos para incrementar el consumo de líquidos.
También debemos tener en cuenta que en esta temporada las enfermedades gastrointestinales se incrementan (especialmente en adultos mayores y niños) debido a que los alimentos se descomponen con mayor facilidad promoviendo la proliferación bacteriana. Por ello debemos extremar precauciones en la preparación y cocción de los alimentos, lavar y desinfectar frutas y verduras. Así como evitar consumir alimentos en la vía pública.
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